Cuando te conocí, me dijiste que por mi no ibas a cambiar, ibas a seguir siendo igual. Y en el fondo es tan hondo mi dolor, porque me voy y no se puede cambiar de corazón como de sombrero sin haber sufrido primero. Y en el fondo es tan hondo mi dolor, porque me voy y no se puede cambiar de corazón como de camisa, sin perder la sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario