jueves, 2 de junio de 2011

Y pensar que deje la continuación de mi vida.. en tus manos.

Es casi obligado hablar del desamor cuando hablamos de cosas de dos, y cuando hablamos del amor también. Porque el desamor ocurre, y sobre todo en el tipo de amor que se da en la Pareja. Cuando hay amor, puede ocurrir el desamor. Cuando acaban las emociones positivas ante el encuentro con el otro, cuando la rutina y la vida en común  apagan   la comunicación y el  interés por el otro, cuando uno tiene una sensación incluso de extrañeza ante la presencia del otro, es cuando comienza el desamor.  ¿Qué hago yo aquí con esta persona? Es una pregunta que dispara la primera señal de que ya no se la ama. Y además uno no encuentra respuesta a esta pregunta.Es difícil asumir que el desamor ha llegado a nuestras vidas, ya que el hombre es animal de costumbres y por tanto hay quien se resigna ante este sentimiento no creando otras expectativas que continuar en una relación cortés, pero claro está, no es probable que el otro acceda a ello. Sería un intento de prolongar algo que podría convertirse en una agonía. Y la agonía en el amor es muy desagradable y puede llevarnos al aborrecimiento por el otro, lo cual ya lindaría con la peligrosidad y los límites que jamás se deben rebasar. Cuando el desamor llega a nuestra vida como pareja, es mejor separarse y convertir la relación en un amor amistoso, quizás sea la mejor solución.

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